Por Estela Briso M.

Al iniciar un año nos vamos haciendo unos que otros planes, y una vez más nos entregan la posibilidad de hacer lo mejor que podamos para nuestro bien y el del mundo en que nos ha tocado vivir, es un tiempo cronológico distinto a todos los vividos anteriormente.

Un año de muchos retos, movimientos circular que nos ayudan al crecimiento, al dinamismo, a la aventura de crear, creer, y recrear nuestro mejor diseño. Es un tiempo de lealtad, revisión y concreción de propósitos.

Estamos a tiempo de hacer nuestro mejor diseño con un año muy joven, apenas siete días, nos quedan unos trescientos cincuenta y ocho días para trazar lo que queremos que sea este año; de hecho, muchos ya han dado sus opiniones, videncias o profecías de como será el año 2018, no obstante, es importante saber que un año nuevo en gran parte será tan bueno como decidamos que sea, si bien es cierto que existen situaciones sociales a nivel nacional, regional e internacional que en ocasiones determinan muchas realidades durante un tiempo cronológico, también es cierto que en muchos aspectos va a depender de lo que yo haga con mi propio tiempo.

Cómo diseñar un año para sacar el máximo provecho?
Es posible que nos hayamos hecho esta pregunta, también puede ser que no hayamos caído en la cuenta de esto, aun así, aquí está una propuesta o provocación para mirar y mirarnos internamente, haciendo conciencia de que lo que está ahí afuera ya ha estado adentro durante mucho tiempo, por ejemplo, si afuera vemos inconciencia, guerra, malestar, violencia, ya eso ha estado en el corazón de la humanidad. Por eso, es casi urgente cambiar la mirada y proponernos otras formas, otras acciones y otras ideas.

Al diseñar el año es muy bueno hacernos algunas preguntas como: ¿Qué quiero para este año? ¿Hacia dónde quiero moverme? ¿Cómo me visualizo y cómo quiero estar durante este tiempo? Una vez hecha estas u otras preguntas nos disponemos a tomar acción.

Existen muchas estrategias para el diseño de los propósitos o metas que nos planteamos para este año. Y cada uno podemos hacer el diseño que más nos acomode la vida, a mí me gusta tomar las dimensiones que nos componen: dimensión físico biológica, espiritual, social, cultural, ecológica, familiar, de pareja, laboral, profesional, económica, emocional y sexual afectiva; en cada una de estas vamos colocando aquellas cosas que sentimos la necesidad de fortalecer, lograr alguna meta o reparar y restaurar algunas actitudes siempre en miras de sacar nuestra mejor versión.

Es muy importante trazarse metas a corto, mediano y largo plazo según lo que quiera conquistar durante este año. A veces, es bueno hacernos una evaluación para ver en qué área necesito poner mayor atención, pues en ocasiones no necesitamos trabajarlas todas al mismo tiempo, sino que podemos poner las prioridades en primer lugar y lo que es importante en segundo lugar.

Claves para el diseño y concreción de las metas del año
Es bueno que cada cosa que me proponga conecte con el propósito para el que he nacido, si aún no sé cuál es, busco ayuda o me dispongo a ver con que me siento más pleno o realizada, que es lo que más me llena o complace cuando lo realizo, siempre y cuando pase estos tres elementos estén presentes sabré si es parte de mi propósito o no: que me haga bien a mí misma, a mí mismo,  que haga bien a los otros y que sea algo que trascienda para el bien de todo la humanidad.

La disciplina y la constancia serán buenas aliadas.
– La decisión firme de amarnos a nosotros mismos.
– Decisión de trabajar nuestro propio ser de tal modo, que nos convirtamos en nuestros mejores admiradores por todo el logro alcanzado. 
– Un profundo trabajo con nuestro Ser para ir disminuyendo el Ego.
– Ejercitarnos en nuestros cuerpos físico, psíquico y espiritual. 
– Sacar tiempo para meditar, orar y respirar conscientemente. 
– Aplicar gratitud a todo lo que realizamos.

Este es un año muy especial, pues nos muestra la circularidad como propuesta de movimiento y cambio. Éxitos y que seas muy feliz.