Por Roberto Dominici
OPINION – Qué pena que seamos un país de grandes contrastes. Somos el de la economía que experimentó el mayor crecimiento económico en el mundo, y a la vez, uno de los que más han patinado en la lucha contra el coronavirus, igual a como lo hace un vehículo viejo con neumáticos desgastados subiendo por una carretera barrosa.
Cuba es un país que para muchas personas está pasando hambre, aunque es el que tiene la mayor Esperanza de Vida al Nacer del continente (sin Canadá), la más baja Mortalidad Materna e Infantil, y bajísimos índices de delincuencia comparados con cualquier otro país latinoamericano.
Y no sé si es porque los cubanos siempre han sido comparones o porque en realidad tienen grandes avances en medicina, pero ya están hablando de la posibilidad de producir una vacuna contra el Covid-19, del que tienen unos 3,400 casos, y de ellos sólo 88 fallecidos.
Comparones o no, los cubanos ya están dando pasos para producir una vacuna contra el Covid-19. Que lleguen a producirla, ya veremos. Lo que sí es incuestionable es su desarrollo en ese sector.
Hay que resaltar que parte importante de los ingresos de ese país proviene precisamente del Turismo de Salud, servicio que van a buscar miles de personas de África, Europa del Este, Asia, América Latina y otros. Y si no fuera por el bloque impuesto por Estados Unidos, de allí también viniera una cantidad asombrosa de personas.
Un profesional muy conocido en nuestro pueblo dijo una vez en un conversatorio entre amigos que su esposa se había consultado en varias ocasiones con médicos en nuestro país, y hasta en Estados Unidos, y casi todos le decían ESO TE LO RESUELVEN LOS CUBANOS. Así que un día la mando para Cuba, y empezó a mejorar.
Y si nosotros como país nos lo proponemos, pudiéramos llegar a desarrollar la medicina igual o mejor que los cubamos. Es cuestión de políticas, de planes, de proyectos bien elaborados y con financiamiento asegurado. Pero qué va (así decía mi difunto padre), aquí desde el Estado se le da prioridad al enriquecimiento personal y de grupos.
Como ha habido un cambio de gobierno, como ya los morados no tienen al toro cogido por los cuernos, es de esperarse que vendrá un nuevo estilos de dirección del Estado, formas diferentes de identificar las prioridades nacionales y sectoriales, de modo que los recursos del Estado sean destinados a producir resultados que impacten positivamente en el fortalecimiento institucional y en la modificación de los Indicadores Sociales que nos ubican en el Africa Sub Zahariana.
Pero no nos descuidemos, que todos sabemos lo que le pasa al camarón que se duerme.