Nueva York.-Señor presidente, entiendo que usted paga las “asesorías” muy generosamente, pero le regalaré una pública, no-solicitada, pero si pone atención, se hará un gran favor.

 

Cuídese y manténgase alejado de los activistas Domínico-Americanos,  son extremadamente poderosos, peligrosos, intensos, independientes, impredecibles, indirigibles e insobornables.

 

Muchos nacieron aquí, otros vinieron muy pequeños, conocen sus derechos como ciudadanos estadounidenses, pero se autodefinen como “plátanos”.

 

El invierno pasado, uno me confesó sentirse como un “frozen plátano” (plátano congelado), son seres extraños; con lealtades divididas, aman éste, su país natal, pero se matan por ese, su país ideal, votan aquí y allá.

 

En su acto reeleccionista del sábado cuatro en el United Palace de Washington Heights, ellos le escupieron insultos, improperios y vituperios.

 

El martes siguiente se produjo el gran idiótico acontecimiento. Convirtieron un pasquín con su propaganda reeleccionista, en resolución del Consejo Académico de Baruch College, otorgándole un “Doctorado en Letras, honoris causa”. Resultó indignante,  los “plátanos” dispararon ráfagas de cartas protestando la resolución.

 

Y el senador demócrata de New Jersey, Robert –Bob– Menéndez, pidió que el Departamento de Estado impida su reelección para salvar nuestra maltrecha democracia. Muchos “plátanos” apoyan el pedido, son ciudadanos estadounidenses preocupados por su país ideal. Si escriben le cartas al Departamento de Estado y la Casa Blanca, como le escribieron a Baruch se complicará la cuestión.

 

Baruch College no le entregará su “doctorado”, pero ésto puede complicarse.

Aquí hay millonarios blancos presos por sobornar autoridades académicas para que admitan a sus hijos en universidades prestigiosas. Es muy probable que investiguen cómo usted, que nunca ha escrito ni cartas de amor, obtuvo un “Doctorado en Letras, Honoris Causa”.

 

Ud. nunca ha ganado ni ganará las elecciones aquí, hágase un grandísimo favor, no vuelva por aquí, a buscar votos ni doctorados ni nada, no “juche” las avispas.