República Dominicana país con mayor índice de cesáreas

 

Jazmín Figueroa Estudiante de Periodismo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

Por Jazmín Figueroa

La Republica Dominicana es el país con mayor índice de cesáreas, los partos vaginales cada vez se realizan con menos frecuencia, al parecer esto también se ha convertido en parte de nuestra cultura.

La maternidad se vuelve más difícil, incluso podríamos decir que, para algunas se ha convertido en la peor película de terror con el paso del tiempo, sin dejar a un lado que la mayoría de los profesionales de la salud han sido partícipes de ello, desde el momento que para facilitarse el trabajo ponen de lado la salud y bienestar de sus pacientes, permitiendo que pasen por procedimientos innecesarios.

El fuerte aumento de cesáreas especialmente entre las clases acomodadas y sin motivos médicos suponen un problema debido a los riesgos asociados para la madre y el bebé. El maltrato de las que muchas madres son víctimas en hospitales, clínicas y maternidades donde atienden a destiempo, no brindan seguridad de la criatura ni de la madre, ni la comodidades básicas que se suponen deben tener, sumando a esto, pocas camas y no dejando de lado que, si no hay seguro no merecen atención, pedirle dinero a un enfermo para sanarlo es lo mismo que decir: “la bolsa o la vida”, y peor aun exigiendo una recompensa que no merecen. Profesionales que deberían estar laborando con amor hacia los demás sin embargo, nuestra realidad es que lo hacen por los cuatros cheles que se ganan y el prestigio que pueden obtener, ello producto de un país con educación precaria que vende el egoísmo y amor al dinero antes que el bienestar de los que nos rodean, donde el rico cada día es más rico mientras el pobre nada en la pobreza, sin estabilidad y seguridad.

Muchas madres están siendo víctimas de la carencia y falta de los medios o recursos necesarios para ser atendidas dignamente, esto gracias a la pobreza en la que estamos envueltos, mientras los que nos rigen endeudan al país y disponen de nuestros recursos a su antojo. Sin embargo, pese a todos los inconvenientes el pueblo dominicano aún mantiene la esperanza de un cambio y responsabilidad de los centros hospitalarios exigiendo el derecho de una atención digna, los debidos procedimientos y estrategias que se deben llevar a cabo, para realizarle al paciente lo que necesita y no lo que sea más factible para beneficio de los que no tienen amor por la vida.