Por Estela Brioso  M.

En este tiempo hermoso de navidad, están las fiestas por todos lados, en sentido general, los compartires con amigos, familiares y demás. Es una fecha que ayuda a conectarnos con la familiaridad que nos habita, y que muchas veces se nos olvida, en medio de la rutina de todo un año, y que bueno que esta fecha existe.

Por el mismo sentido de este tiempo, es importante buscar la esencia, encontrar los momentos, los ejemplos, las palabras, textos, personajes que nos ayudan a descubrir la razón de ser de esta fecha, que es la alegría de saber que Dios quiso hacerse un niño, y plantando su cuna en la humanidad, se ha quedado con nosotros y nosotras.

José, es un personaje de la navidad

Hemos visto en el ciclo litúrgico de este tiempo que existen unos personajes propios del adviento y de la navidad y citamos a: Isaías, María, Juan el bautista…

Y que bien, pues con Isaías encontramos un llamado al cambio de mente y espíritu, con María, se nos abre la propuesta de dejarnos guiar a través del sí, a la palabra mostrada por el mensajero enviado de Dios, y Juan el bautista, nos modela cómo preparar el camino para la venida del redentor y aprendemos a ver cuan dichosos son los pies del mensajero que anuncia la paz.

Sin embargo, la figura de José, aparece detrás como quien guía y protege, y hoy me nace el deseo reflexivo de ver el sí de José, y como su acompañamiento permitió que la navidad sea un hecho, y que el hijo de Dios se haga Emanuel en medio de nuestro mundo.

Por tanto, José es un personaje muy importante del adviento y de la navidad. Además de ser un modelo de padre para la familia, en este tiempo y siempre.

Un modelo de padre

Mateo 1, 18-24 se narra el episodio donde José tiene un sueño, y en este sueño el ángel mensajero le revela lo que tiene que hacer con María que está embarazada, una vez de este sueño, José acogió lo que el ángel le dijo y salió con ella. Mt 1, 23 “mira, la virgen está embarazada, dará a luz a un hijo que se llamara Emmanuel, que significa: Dios con nosotros”. José, acompañó a María hasta la hora de tener a su hijo.

Cuando se da el parto, no hay un equipo de profesionales de la salud para asistir, no hay una partera, una enfermera, un médico, nadie está, más que ellos, según nos cuentan los evangelios, Lc 2, 6 “estando ellos allí, le llegó la hora del parto y dio a luz a su hijo primogénito” , es decir, José, se encargó de acompañar en la labor de parto e hizo de partero, es él quien corta el cordón umbilical al hijo de Dios, es quien toma en sus manos al niño y lo pone el pecho de la madre para que sienta sus latidos, es José quien tiene que dar las nalgaditas al niño para que eche su primer grito y así probar sus pulmones, José hace todo esto, de tal modo, que él está detrás, delante y en todos lados en esta gran familia.

Modelo de padre en tiempos de navidad

Con la figura de José, se nos ofrece un buen modelo de padre para la navidad y todo el año, en él, se nos presenta el hombre comprensivo, colaborador, íntegro, entregado, responsable, padre pleno, amoroso.

Es el hombre que necesita la familia de hoy, ese que dialoga, que se deja guiar por una fuerza mayor, que busca consejos, escucha, apoya a su compañera, ve en la mujer a una compañera de camino, jamás una rival, es ese padre que va paso a paso con los suyos, sin desviarse, sin poner la cabeza en otro lado, más que en su proyecto de familia.
Así podemos decir, viva la familia, vivan los José que siguen presentes en nuestros días, esos que van a cada instante honrando su vida y la de los suyos; por tanto apoyamos y celebramos la navidad con esos José.

Que la navidad nos encuentre unidos. Feliz navida