Fuente: nancyalvarez.com

Perdonar consiste en cambiar comportamientos destructivos contra la persona que nos hizo daño, por otros constructivos. El perdón no incluye obligatoriamente la reconciliación, ni implica olvidar lo que ha pasado y mucho menos supone justificar, ni minimizar la ofensa.

Perdonar no es un acto de debilidad ante otra persona porque no se trata de permitirle al otro que te vuelva a hacer daño. Más bien, debe ser entendido como un gesto de flexibilidad contigo mismo, tus emociones y prioridades.

Perdonar es una herramienta terapéutica importante y tiene efectos positivos en la persona. Básicamente, el perdón es útil y necesario porque implica soltar dolor.

El odio es dañino porque nos ancla en el pasado, no nos permite avanzar y nos engancha al dolor con tal fuerza que a base de él actuamos en la vida.

Algunas personas se enganchan al malestar que les provoca el recuerdo de lo sucedido para no volver a vincularse emocionalmente con otras personas, como si ese escudo pudiese servir de algo bueno. Sin embargo, esa defensa solo supone un muro entre la persona y las oportunidades.

Así, la persona se queda sola con su rencor y su dolor, ajeno al mundo y a todo lo agradable que hay en él. Es como un albañil que va construyendo un muro ladrillo a ladrillo cada vez que tiene la oportunidad de conocer a alguien que considera tiene la capacidad de volver a hacerle daño.

Ese albañil se va volviendo experto en poner ladrillos y construir paredes hasta crear su zona de ‘seguridad’, cada vez más pequeña, angustiosa y solitaria.

Aún así, esa lucha por evitar el sufrimiento es en vano, pues esa pared nunca logrará que las emociones dejen de estar dentro. Más bien, te sientes atrapado en una espiral de angustia que te aleja del presente y con ello de un futuro mejor. Vives en un presente de tristeza anclado en el pasado. Lo más importante es que perdonar te permite actuar a partir de lo que quieres lograr y no a base de lo que otro te hizo.

Sin embargo, para perdonar muchas veces necesitamos de una ayuda. Aquí te ofrezco esta carta que es una herramienta para ayudarte en el proceso. Debes seguirlo de la siguiente manera.

Cada frase de esta carta de amor es un disparador. Luego de escribirla, deja salir todo lo que te venga a la mente. Escríbela con honestidad e incluye absolutamente todo lo que te venga a la mente. Solo tú la vas a leer.

SI ES MUY DIFÍCIL ESCRIBIRLA, TAL VEZ ES TIEMPO DE BUSCAR AYUDA PSICOLÓGICA

Esta carta se divide en seis etapas o niveles. Debes escribir la misma cantidad en cada nivel, sin importar el tiempo que te tome. Así estarás sanando interiormente. Es un proceso de perdón que debes transitar. Tómate tu tiempo pero recuerda, si escribiste diez páginas de rabia y dolor, debes escribir otras diez páginas de perdón y amor. Es decir, diez páginas en cada nivel.

Es muy común que antes de escribir esta carta, “se tranque” y piense que supuestamente no tiene nada que escribir. Muchas personas en esta etapa me han dicho que ya perdonaron y una gran cantidad de mentiras que no son más que autoengaño, miedo a enfrentar sus sombras y su dolor. No hay otro camino, si quiere detenerse y hacer un cambio en su vida.

Si la rabia es contra tus padres, intenta entender por qué ellos actuaron así contigo. Busca, investiga sobre tus abuelos, sobre los “secretos” de la familia, conviértete en un detective. Es tu vida y tienes derecho a conocerla para poderla mejorar. Solo cuando entendemos a los seres que amamos como personas humanas, llenas de defectos y virtudes, estamos listos para “humanizarlas” y perdonarlas. Por ejemplo, mi mamá era un ser humano muy difícil. Era controladora, muy crítica, vivía juzgándote, exigiéndote, sumamente perfeccionista, dominante y violenta.

Como esto me marcó, a pesar de haber trabajado mucho en terapia, solo lo superé verdaderamente cuando estudié terapia familiar y pude investigar su vida. Entonces la comprendí y en una auto hipnosis hablé con ella y la perdoné. Hace alrededor de treinta años que murió. Por eso afirmo que no importa si la persona quiere o no, si está viva o muerta, el perdón es un proceso TUYO, lo puedes hacer sin la persona. Esta carta te ayudará en ese proceso.

 

PRIMER NIVEL: RABIA, CULPA Y RESENTIMIENTO

Yo odio cuando…………………………………….

Me molesta que…………………………………….

Cómo puedes tú ser tan…………………………

Estoy tan rabiosa contigo porque……………

 

SEGUNDO NIVEL: DOLOR, TRISTEZA Y DESCONCIERTO

Yo me sentí tan triste que………

Me duele……………………………….

Me desconcierta…………………..

 

TERCER NIVEL: MIEDO, INSEGURIDAD Y HERIDAS

Tengo miedo de………

Me asusta cuando……

Esto me recuerda…….

 

CUARTO NIVEL: ARREPENTIMIENTO, ENTENDIMIENTO Y RESPONSABILIDAD

Yo siento que…………………….

Yo no quise………………………..

Sé que a veces……………………

Yo sé que tú quisieras…………

 

QUINTO NIVEL: INTENCIONES, SOLUCIONES Y DESEO

Yo quiero lo mejor para ti……….

Yo prometo……………………………

Yo espero que……………………..

Vamos a tratar de………………..

 

SEXTO NIVEL: AMOR, PERDÓN Y APRECIO

Yo te amo…………………………..…….

Yo te perdono…………………………..

Yo soy tan afortunado/a por………

 

*Con el permiso de John Gray, “Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus” y del Dr. Vicente Vargas, “Nuevas maneras de amar” donde encontré esta carta de amor.