Por: Karina Pereyra

La prosperidad es un proceso de sanación en el cual vas eliminando lo que te separa del amor de Dios.

Cada pensamiento es una semilla.

Cuando permites que tu mente subconsciente active pensamientos basura, que bajen tu vibración, el dinero se convierte en un instrumento de aprendizaje y muchas veces no tendrás ganas de estudiar.

Cuando empiezas a elegir lo que piensas, y escoges enfocarte en Dios primero, estarás eligiendo las semillas de los frutos que deseas disfrutar. Entonces, la relación con el dinero te traerá satisfacción.

La prosperidad es una siembra y cosecharás lo que disfrutas cuando tus pensamientos (semillas) reciban los nutrientes que necesitan (emociones homólogas vibracionales).

Eso es todo lo que necesitas para prosperar, alinear lo que piensas con lo que sientes.