El mes de marzo se ha diseñado como mes de las mujeres, a nivel personal, creo que todos los meses son de las personas, de la creación y del cosmos completo; no obstante a esto, aprovechamos la ocasión para hacer un espacio bonito y un recuerdo pleno de por qué se celebra este mes como mes de la mujer. Además de aprovechar en esta reflexión elementos concernientes al propósito de la mujer.

Yo  no puedo hacerlo todo, pero no me voy a negar a hacer lo poco que puedo hacer (Hellen Keller)

Y con esta frase de Hellen Keller, se abre una vía para que las mujeres tengamos muy presente nuestra misión en este mundo, en realidad somos una parte muy importante de él, y sin nuestra presencia, el mundo estaría incompleto.

¿Cuáles momentos en tu vida han sido importantes?

No son esos en que no lo intentas, sino, que lo haces cuando te das la oportunidad de ser aquello que tu creador ha soñado para ti. Cuando buscas en fe lo que deseas. Cuando todo dice que no y tú dices  que sí, y porque sabes de quien te has fiado sabes que no puedes  hacerlo todo, pero no por esto te vas a negar a hacer lo poco que puedes hacer. Como bien lo dice esta autora (Hellen Keller).

Mujer decides decirte que sí

Agradecida de todo lo vivido, hace conciencia  y das las  gracias,  y reconoce como la presencia de la otra persona anima tu ser, sostiene tu vuelo, impulsa tu  propósito, y nos  invita a ser y vivir en  paz.

¿Me siento lista para decirme que sí? ¿Hacia dónde me lleva mi sí? ¿Estoy feliz con el propósito que he abrazado? ¿Me identifico con lo que vivo?  ¿Necesito hacer cambios?

Y en ese sentido decides vivir algo nuevo y diferente, el mundo nos lo va a agradecer. Hoy tomo la decisión de ser y estar.

¿Quién eres mujer?

Recordando mujer que somos seres  únicas, muy valiosas, una  especie de diamante, somos completas, con todo el valor  que Dios nos fue  haciendo, con un valor incalculable. Somos  creadas de forma  COMPLETA, somos  como una especie de fragancia  que se esparce por donde pasa, por eso,  es tan importante dejar  buen olor, sabor, color  y cuidado.

Nos vamos haciendo cada día, pues se nace con un  género determinado, es decir, se nace niño o niña, biológicamente hablando,  y en el transcurso del tiempo, además de nacer nos vamos haciendo.

En este hacernos  interfieren la herencia genética, las costumbres familiares, la cultura, la época en que nacimos, el lugar donde nos criamos, las condiciones económicas, intelectuales y religiosas  del sistema familiar.

También influyen, las creencias, los valores, los límites que existan en la familia, la realidad política a la que se pertenecemos, en fin, son muchas las cosas que van haciendo de nosotras lo que hoy somos.

Estamos llamadas a volar  alto

Podemos centrarnos a la orilla del camino, en la periferia o al contrario, podemos entrar en la profundidad. Tomar elementos esenciales que nos mueven hacia la búsqueda  de la imagen divina que existe en cada una de nosotras y desde ahí podemos direccionar el vuelo y encontrar formas para avanzar desde: el servicio, la espiritualidad, la abundancia, la familia, el amor  y las relaciones  humanas, el cuerpo físico y la salud, las emociones, la misión, el propósito de vida, en fin, la vida toda.

Estamos llamadas a vivir desde el para qué hemos nacido, y fue para un propósito bueno y pleno, y cuando nos damos cuenta de esto,  el mundo se beneficia, nosotras nos realizamos y dejamos un legado hermoso a las demás mujeres de nuestro clan y de nuestro mundo. Ánimo mujeres! Desde la profundidad de nuestro ser decimos que sí a lo pleno que tenemos.