Por Cristina Marrero

Los 2 ó 3 gatos que no querían que Ricky renunciara, parecen desear que Puerto Rico se torne peor ahora -Solo para decir que tuvieron razón-

¿Por qué vaticinar un futuro desgraciado?

¿No es mejor aplaudir la voz alzada y unirse al clamor en contra de la corrupción?

Todos sabemos que es el principio.

¿Por qué mejor no contribuyes a perpetuar el cambio?

En los pasados días se marchó por una utopía que ahora se convirtió en visión, al ver la realidad de un objetivo alcanzado. ¿No es mejor aportar -¡y apostar!- por el ideal de un mejor país?

Compartiendo las comparaciones atroces de Cuba y Venezuela, siembras un grano de desesperanza.

Atacando a los líderes cristianos que valientemente sacaron cara en la protesta, generalizas la creencia de que la religión solo sirve para subyugar a las masas y tenerlas dóciles e indiferentes a la realidad social, debajo de su templo.

De verdad me da tristeza ver tantos “Apátridas con nacionalidad”, encubiertos detrás del discurso de la democracia y del “juicio justo” que merecía Ricardo Rosselló.

Si usted cree que el país es incrédulo por esperar lo mejor tras la reciente victoria, usted es un bebé de teta si piensa que el sistema judicial de Puerto Rico funciona.

Que tu partidismo no te impida disfrutar el sabor de este triunfo colectivo.

Cristina Marrero
Periodista