Juan Colón

 

Santo Domingo, Rep. Dom._Obviando la pertinencia protocolar y diplomática de la misiva enviada por el presidente mexicano López Obrador al rey Felipe Vl de España, así como al Papa Francisco para pedirle que pidan disculpas por los 500 años de la conquista. Misiva esta que ha creado un torrente de críticas, negaciones y sobre todo el firme rechazo del gobierno español a los argumentos del presidente mexicano. Me creo en el deber de hacer mis propias argumentaciones.

 

Estamos acostumbrados a pensar la historia como pasado y nada más falso, los humanos, las sociedades somos historia que caminamos. Imposible mudar un paso sin ese fardo, por tanto, las heridas abiertas hay que cerrarlas, para dar paso a nuevos paradigmas.

 

Existen dos España, la imperial, la de los grandes crímenes, la que exterminó poblaciones enteras, Verbigracia; toda la población aborigen de las islas de: Santo Domingo, Cuba y Puerto Rico. Crearon compañías para cazar, si, así como suena cazar y contrabandear esclavos negros.

 

Rollando Mallafe, en su obra La Esclavitud en Hispanoamérica, refiere. No parece exagerado decir que en el período colonial fueron introducidos a América alrededor de 3, 000, 000 de esclavos negros.

 

El historiador alemán Sombart, al referirse al desarrollo de Europa lo plantea así: Nos hemos enriquecido porque pueblos y razas han muerto por nosotros; por nosotros han muerto continentes enteros.

 

Pero afortunadamente hoy tenemos la otra España, republicana, democrática, hospitalaria, la España de la luz, de Lorca, Unamuno, los Machado, la de Joan Manuel Serrat y María del Carmen Aranda.

 

Pero esta América morena, con profundas heridas abiertas, que cree en Jesucristo, y en el valor de la vida humana más allá del oro, la plata y de la propia tierra, La vida humana, Necesitamos una reflexión seria sobre lo ocurrido por parte de España.

 

Como es posible que personajes de la vida intelectual de España como Pablo Casado diga, que la llegada de los españoles a América es el momento más brillante de la historia de la humanidad.

 

Nooooo, así no puede ser, los siglos XVl y XVll fueron los más desbastadores y malvados que haya conocido la humanidad.

Para muestra solo un botón.

 

José Gabriel Condorcanqui, mejor conocido como Túpac Amaru II, fue hecho prisionero por las autoridades españolas, amarrado y obligado a presenciar el ahorcamiento de Micaela su esposa, de su único hijo, de su tío, de tres de sus compañeros de armas y de la cacica Acos, entonces le cortaron la lengua y le amarraron las cuatro extremidades de caballos que corrieron en todos los sentidos hasta descuartizarlo, finalmente le cortaron la cabeza que las autoridades españolas exhibieron en plaza pública.

 

El pedir perdón es una de las maneras cristianas de reconocer que se ha actuado mal, para que en lo adelante ese tipo de acción no se repitan, y para poner de relieve lo que realmente vale, la vida humana. Latinoamérica necesita cerrar esas heridas y mirar hacia el futuro.

 

De la misma manera que Haití, debe excusarse ante República Dominicana, por los crímenes, salvajes cometidos por Dessalines, en su retirada por los pueblos de la Vega, Moca y Santiago en el 1805. Y República Dominicana debe excusarse ante Haití por los crímenes perpetrados por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo en el 1937.

 

Finalmente me gustaría escuchar o leer algún pronunciamiento de historiadores e intelectuales de Haití en relación a la tesis con que nos invadió Toussaint en el 1801, Dessalines, en el 1805 y Boyer en el 1822, de que la isla es una e indivisible. Para cerrar heridas mejor que el mentiolé es el perdón.