Por Dominga Valdez

San Juan, P.R. –  Mirando las fotografías de tantas familias reunidas, cenando alegres, abrazándose, bailando, cantando, olvidando ofensas, chismes baratos, malos entendidos entre primos, hermanos, y vecinos, me llegó a la mente esta idea y me pregunté.

¿Por qué nos se juntan así de hermoso cada mes del año?
¿Por qué no cenan juntos alegres, escuchando música?
¿Por qué no se ríen más constantemente unidos como en la nochebuena y navidad?
¿Por qué esperar casi un año para reafirmar el cariño?
¿Por qué,  efectivamente no hacemos una navidad en cualquier mes?
¿Por qué reconocer el nacimiento de nuestro niño Jesús, en ésta época si debería nacer diariamente en todos nosotros?
¿Por qué hacer regalos en navidad cuando durante 11 meses pueden suceder cosas impredecibles?
¿Por qué no querernos en cada amanecer?
Hagamos un festín con el amor que Dios nos regala.
¿Por qué publicar las fotos de las obras que hacemos? Pierde valor el gesto de solidaridad en ese mismo instante.
¿Por qué no desear en todo instante paz, unión, prosperidad, amor, salud, trabajo?

Si después de diciembre y año nuevo vienen meses impredecibles.

Quisiera que fuera diciembre todo el año.

 

En enero, vuelve la insensibilidad, el egoísmo, egocentrismo, la maldad, deslealtad, avaricia inhumana, en enero casi nadie, recuerda que debemos dar amor a cada segundo y no esperar a Santa, para poner debajo del árbol ese regalo, pues un regalo sin motivo, no tiene precio para quien lo recibe con el alma alegre y los ojos llorosos.

Que sea navidad todo el año.