Por Audy Sánchez
Especial para Pregon Latino

San Felipe, Villa Mella, República Dominicana –  En un perímetro de menos de un kilómetro cuadrado, hay un universo de corrupción que sofoca cada día el mundo educacional, que es cada día más difícil de impartir.
En dicho espacio hay 17 bancas de lotería, 12 “colmadones” cada uno con sus “maquinitas”,4 drink, tres bancas deportivas y un gran etcétera, en cambio, la triste realidad de dos escuelas, una construida recientemente por el Gobierno que preside Danilo Medina.

Si salimos de este perímetro la situación es más triste y vergonzosa, pero, este espacio representa la cruda realidad de lo que está pasando en la mayor parte del país.

Además, los munícipe no se sienten seguro de la protección que la brindan los organismo encargado de poner el orden, por lo que, los múltiples tipos de corrupción están “vierto en popa”, en perjuicio de las personas laboriosa que tienen que madrugar para levantarse temprano y dirigirse hacia sus trabajos.

“Esto es insoportable, la música, la bulla, el escándalo de los borrachones que no dejan dormir a uno. Esto es hasta altas horas de la noche”, expresó uno de los moradores, quien no quiso revelar su nombre, además explica: “Con esa gente no hay quien pueda”, en referencia al escándalo que producen los expendios de bebida alcohólica.

Por otra parte, están las bancas de apuestas, entre ellas: las deportivas y las de números, que “le pelan los bolsillos a la gente” y, de la que muy pocas personas se han hecho ricos, aunque ese es fin de todo jugador.

Ana Peralta, de 61 años, dice que tiene más de 40 años jugando número y, no sabe la cantidad que ha gastado, pero, expresa que fuera rica si no hubiera malgastado todo ese dinero, mientras le ponía 20 pesos al 21.

“Yo fuera rica, esto es un maldito vicio del que uno no puede salir…Míreme aquí jugando” concluye la señora con la cabeza baja.

Así como Ana hay millones de persona que van a buscar sus esperanza en las bancas de apuesta, que aunque, muchas veces ganan en su mayoría pierden, para hacer más rico a los propietarios de bancas.

María Pérez, empleada de Juancito Export, una de las citadas bancas explica: “aquí vienen muchas personas, todos los días, pero, vienen más los fines de semanas, además agrega “los que vienen son casi todos hombres, en su mayoría choferes de carros públicos y jóvenes que no trabajan y, que están todo el día aquí”, concluye con una sonrisa la joven empleada.

La corrupción seguirá campante si no hay una política real a favor de los moradores de San Felipe y todo el país y, una educación en favor de estas personas, por demás, un desprendimiento de estos vicios que empobrecen a la población y hacen rico a unos pocos.