«Sin Maquillaje es como un hijo prematuro para el que no estaba preparada. Mi salida abrupta de la televisión formal forzada por la pseudo dictadura que controla todo en la República Dominicana me dejó sin aliento. Desperté un lunes sin necesidad de madrugar por primera vez en 30 años y me senté a transmitir frente a un teléfono.
Fue un grito desesperado por el miedo de perder la voz.
Han pasado dos años y en ese tiempo he tenido que aprender muchas cosas difíciles para una persona de mi edad. Pero han pasado cosas realmente hermosas y la principal ha sido la solidaridad recibida de personas que solo conozco en la redes.
Acceder a la tv pública de Manhattan es un paso importante para llegar a la comunidad dominicana en USA y para devolverme la esperanza.
Sin Maquillaje ha caminado al revés de las redes a los estudios. Muchas gracias a quienes lo han hecho posible de manera desinteresada. A Zenaida Mendez, @wil98ny y a mis hijos @ossalia @ranortiz e @imoril1.7 que me acompañan en la aventura».