Por Brenda Feliz

 

Los días de asueto de Semana Santa son aprovechados por muchas personas para visitar a familiares en el exterior del país a los cuales tienen un largo tiempo que no ven ni comparten.

Aunque muchas personas fueron a vacacionar y pasarla bien a la provincia de Barahona, para otros fue un emotivo reencuentro con sus seres queridos y sus raíces.

Volver a ver a su madre fue el objetivo principal de la señora Leónidas Montero en estas vacaciones de Semana Santa. «Cada año espero ansiosa estas fechas para así ir a mi pueblo y visitar a mi madre» afirma y es que aunque antes reflexionar y asistir a la iglesia eran las primeras opciones de los ciudadanos en estos últimos años la Semana Mayor se ha estado aprovechando para estar con la familia, y vacacionar «en grande».

El postre de las habichuelas con dulce es una tradición que sigue vigente «cuando estoy aquí  (en Barahona) nos reunimos todos los hermanos y hacemos las habichuelas con dulce, esta fecha es especial pues ninguno trabaja y por eso nos reunimos todos en la casa y más tarde nos vamos a la playa» agregó.

Al igual que la señora Montero un centenar más de personas viajan a Barahona y visitan los balnearios y playas lo cual lamentablemente no siempre termina bien debido a los accidentes y las grandes cantidades de alcohol que ingieren las personas en estas fechas a pesar de las prohibiciones de bebidas que hacen las autoridades para el Viernes Santo.

Prevención y accidentes

Las autoridades estuvieron presentes desde el jueves a través del  Comité de Prevención, Mitigación y Respuesta (CPMR) con el operativo preventivo “Semana Santa 2019, un pacto por la vida” con el objetivo de preservar vidas y propiedades durante el largo asueto de Semana Santa que culminó el domingo, a las 6:00 de la mañana, pero a pesar de ello, en el pueblo hubo al menos cinco muertos por accidentes en el transcurso de la semana.

Por su alta peligrosidad para los bañistas, el CPMR clausuró algunas playas como San Rafael,  Bahoruco, Playa Azul, Los Patos, Acapulco, El Cayo, Playa Ojeda, Calentón, La Salina, Punta Inglesa, El Estero y Paraíso, situadas en Villa Central, Paraíso, La Ciénaga, Enriquillo y el municipio Cabecera, Santa Cruz de Barahona, pero aún así esas playas fueron muy concurridas.

Aunque cada año muchas personas mueren en la semana de reflexión los ciudadanos siguen atraídos por el pescado, los yaniqueques y las frescas aguas de los ríos en estas fechas, muchos desafían estos peligros porque son pocos días en que toda la familia coincide con vacaciones laborales.

Más limpieza y turismo en Barahona

La exuberante vegetación y las condiciones geográficas que conjugan ríos, playas y montañas dignas para todo tipo de turismo hacen que la provincia Santa Cruz de Barahona, «la perla del sur», sea un destino ideal para vacacionar en familia y disfrutar de la Semana Santa, además de todo esto, también están los hermosos reencuentros familiares.

La señora Montero invita a que los visitantes de Barahona asistan a otras playas igual de hermosas y concurridas, además a cuidar el ambiente y reducir la contaminación para preservar la naturaleza «en Barahona tenemos muchas playas, esta es la perla del Sur, uno los pueblos más bellos y tenemos la playa de los Patos, la del Quemaíto, entre otras, yo visito todas las que puedo y también me gustaría aprovechar para hacer un llamado de conciencia a las personas de que no tiren basura» motivó.

Entre las opciones de balnearios quienes visitaron la provincia en esta Semana Santa tenían  los ríos San Rafael, Los Patos, Nizaìto, Bahoruco, Mata de Maíz, La Represita de Tierra Blanca, La chorrera, Paso Real, Bomba de Mamey,  y el Río La Sequía, ubicados en Paraíso, La Ciènaga, Polo, Cabral, Enriquillo, Fundación, Canoa, y Las Salinas y las playas  La Casita Blanca, Saladilla, El Quemaíto, Guarocuya entre otras.

Unos de los ríos que estuvieron abarrotados aunque solo el balneario estuvo disponible, fue el San Rafael, que con sus aguas cristalinas color turquesa se impone entre los demás. Este balneario tiene la particularidad de combinar las olas del mar Caribe con una piscina natural que desemboca en el río que contiene una hermosa cascada. La playa de guijarros y grava es popular para el surf y aparte de lo natural en el lugar los bañistas pueden bailar y almorzar comida típica, además de jugar dominó.

Aunque Barahona es rico en montañas y playas el turismo no está tan explotado como debería, asegura Michael Peláez, habitante de la zona «está ciudad lo tiene todo pero aquí no invierten, el gobierno no mira para acá y necesitamos trabajo, sería bueno más restaurantes y hoteles y más promoción para que así los turistas vengan».

A pesar de que en la provincia hay una veintena de hoteles solo seis pasarían el examen y quizás esto sea un detonante para que la ciudad no tenga tantos turistas como sus habitantes quisieran, pero lo que sí es seguro que las  vacaciones en Barahona se tornan inolvidables.