El 2022 va siendo uno de los años memorables para la soprano dominicana Nathalie Peña – Comas, con varios reconocimientos, el más reciente, el primer lugar del concurso internacional de canto Ebe Stignani en Imola, Italia.

Sin parar, ya que el próximo 9 de noviembre estará deleitando al público en el cierre de la temporada sinfónica de conciertos de este año dirigida por el maestro José Antonio Molina. Compartirá escenario con la mezzosoprano dominicana Glenmer Pérez y de los Estados Unidos, Gregory Kunde y Morris Rinson.

Además de haber sido la figura principal en el concierto de la celebración del centenario de la coronación de la Virgen de la Altagracia, protectora del pueblo dominicano en una multitudinaria ceremonia en el Estadio Olímpico Félix Sánchez.

Conversamos con Nathalie para Pregón Latino sobre estos reconocimientos.

¿Qué significó para ti recibir este premio en este concurso internacional de ópera? 

El primer premio en el concurso internacional de ópera “Ebe Stignani” es un reconocimiento al arduo y constante trabajo que he venido realizando a través de los años. Ser premiada en Italia, lugar de origen de la ópera, entre un centenar de excelentes cantantes provenientes de todas partes del mundo que se dieron cita en el certamen es un logro extraordinario, sobre todo para una artista que proviene de un país donde la cultura de la música clásica y la ópera no es tradición. Escuchar nombrar a nuestro país como ganador del primer lugar fue un momento mágico.

 

Silvia Sequeira, 2do Lugar (Portugal), Nathalie Peña-Comas, 1er Lugar, (República Dominicana)
Irma Pavare, 3er Lugar (Letonia)

Este ha sido uno de los puntos al finalizar el año más importantes de tu carrera ¿qué significó encabezar la participación artística de la clausura del año jubilar Altagraciano? 

Uno de los momentos más significativos y especiales en mi carrera. Honrar a la Santísima Virgen María con mi canto es un altísimo honor, es mi forma de agradecer y de servir y esto da sentido a mi profesión. Además cantar ante tantas personas, más de 40,000 en el estadio olímpico ha sido para mí memorable. Esa sensación se asemeja a la que sentí al cantar en el Vaticano en el mes de mayo, en la Basílica de Santa Maria la Mayor en un concierto dedicado a nuestra Señora de la Altagracia en el marco del centenario de la coronación canónica, que tuve la oportunidad de realizar junto a mis hermanas Nicole (violonchelista) y Evelyn (flautista).

Obtuviste otro reconocimiento en segundo lugar en otro premio en Italia, ha sido un año de mucho trabajo ¿Cómo lo valoras? 

2022 ha sido el año de cosecha. Es el resultado de un trabajo serio, de entrega, constante y arduo. Estos premios desprenden contratos para cantar en teatros en Europa, para los que hay que prepararse a perfección. Me siento muy agradecida y afortunada.

¿Qué sueñas alcanzar a largo plazo? 

Convertirme en una intérprete mundial de la ópera.

Finalistas y jurado del concurso Ebe Stignani

¿Qué proyectos tienes para el próximo año? 

Hasta este preciso momento tengo contratos para cantar en Alemania, Austria, España e Italia a partir de la primavera de 2023. Está en planes mi debut en los Estados Unidos, además de unas invitaciones a cantar en Oriente Medio y América Latina.

Con entusiasmo preparamos mi primer álbum de ópera que lanzaremos al mercado en el segundo trimestre del 2023 Dios mediante.